domingo, 17 de julio de 2011

Juntos pero no revueltos

Cuando visitamos un parque zoológico podemos encontrar diversidad de animales de los que algunos nos resultan familiares por su cercanía mientras que a otros quizás no sólo no los hayamos visto nunca sino que ni siquiera sabíamos que existieran.

En estos lugares, si están bien hechos, separan a los animales en zonas creadas a imitación de su hábitat natural. Aunque no soy partidaria de estos parques porque pienso que los animales debería de poder vivir en libertad, bien es cierto que gracias a ellos podemos conocerlos de una forma más cercana y así aprendemos a comprenderles mejor y sobre todo a respetarlos, para llegar a la conclusión de que todos los animales tienen derecho a la vida lo mismo que nosotros.

Creo que podemos empezar por acercarnos a este pobre animal, tan denostado injustamente y que se convirtió en sinónimo de persona ignorante, bruta y carente de delicadeza, cuando en realidad es una animal noble y trabajador infatigable. Como habréis adivinado me refiero al burro


no dudo de que en este lugar esté bien cuidado, pero seguro que el pobre preferiría un prado donde poder pastar tranquilamente


algo bueno tienen estos parques y es que intentan enseñar a los visitantes, niños y no tan niños, como acercarse a ellos y en que forma ofrecerles los alimentos, y ya se sabe, un buen contacto siempre es positivo


a esta cabritilla no le dio tiempo a acicalarse antes de nuestra llegada


mientras esta pareja contemplan muy interesados a los visitantes


también nos podemos encontrar con un pato tan elegante como este, con su traje de rayas


muy sociable y que no duda en aceptar la comida que le tiende una mano amiga


de los conocidos dejé para el final estos polluelos ya que las crías de cualquier animal son siempre entrañables


y el paso hacia los menos conocidos o incluso desconocidos, lo haremos con este animal que aunque no es de este país, su presencia es cada vez mayor. Me refiero al cerdo vietnamita que algunas personas ya empiezan a tener en sus casas como animal de compañía y si bien de pequeños son graciosos y fáciles de acomodar, cuando crecen no creo que sean los ideales para tenerlos en casa


y ya entre los poco habituales empezaremos por el llamado rata topo. Estos animales son casi ciegos ya que viven en túneles. Carecen de pelo y de pigmento lo que les da ese aspecto raro. Tienen bigotes sensoriales en la cara y pelos también sensoriales en la cola lo que les permite moverse hacia atrás o hacia delante por los túneles. Y para barrer la arena hacia fuera utilizan pelos que tienen entre los dedos y que hacen la vez de escobas


la mangosta enana que curiosamente su grupo está compuesto por una hembra dominante y su linaje materno. Las parejas son monógamas, siendo el macho el segundo miembro dominante. Se comunican constantemente utilizando señales vocales, con una amplia gama de silbidos y gritos


y ahora visitamos a la rana africana de uñas. Su nombre proviene de las tres uñas de las patas traseras, cuya función es remover el fango para ocultarse de los depredadores. Las extremidades anteriores son mucho más pequeñas y no poseen las membranas interdigitales tan evidentes como las posteriores


como curiosidad podemos decir que fue famosa durante muchos años por la "prueba de la rana" dado que las hormonas contenidas en la orina de una mujer embarazada provocaban por inyección una puesta de huevos en las hembras de Xenopus


y para despedirnos por hoy lo haremos con este otro animal del que nunca había oído hablar, la jutía conga. Es un roedor que se mueve torpemente, con paso lento, pero que si se ve perseguido agiliza la marcha dando saltos rápidos. Son diurnos y no viven en madrigueras, por lo que durante la noche descansan en los huecos de los árboles o de las rocas. En cautividad vive de 8 a 11 años. Debido a la pérdida y a las modificaciones del hábitat realizadas por los humanos, la mayoría de las especies de jutía son raras o están en peligro de extinción



¡Gracias María por estas fotos!

13 comentarios:

unjubilado dijo...

En mi caso, tampoco me terminan de convencer los parques zoológicos, pero desgraciadamente ya hay especies salvajes o raras que solamente existen en cautividad.
Las fotos y las descripciones perfectas.
Un abrazo

Senior Citizen dijo...

¿Sabes el que más simpatía me inspira? Pues el burro, que desde que leí Platero siendo aun niña, todos me recuerdan a aquel burrito tan tierno de Juan Ramón Jiménez.

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Solo los espejos de azabache de sus ojos son duros, cual dos escarabajos de cristal negro.

Trini Reina dijo...

será porque los tenemos más "tratados" pero ver animales domésticos, como la cabra y el burro en un zoologico me causa mucha tristeza. Más que cuando veo animales salvajes, siendo lo mismo.

Desconocía lo de la rana:) Bueno había oído hablar de la prueba de la rana, pero no sabía el resultado:)

Besos

Mayte dijo...

Los zoo me gustan bien poco...estoy consciente de que son una manera "segura" de preservar, de cuidar...pero siempre me produce algo de tristeza....un gran abrazo...

Los borricos son una belleza.

Anónimo dijo...

Las cabras y los burros por ser domesticos tiene que padecer las normas de eos dueños que los tiene atados a un palo por dos de sus patas o estas entre si,en medio de un prado que apenas pueden recorrer y si llueve o hace frio pues a "jorobarse". Los animales libres y lejos de su peor enemigo¡el hombre!, aunque poco a poco ya vamos aprendiendo a ser animales racionales.Un abrazo. Isa

GUILLE dijo...

No se porqué los zoos me gustan para los monos, no para el resto de los animales allí encerrados y es bueno que los haya porque se han recuperado especies en extinción, como el borriquillo, mi animal preferido, lo he visto nacer, es una maravilla.
En Mijar un pueblo de la provincia de Málaga, existen los burro-taxis. Ya podeis imaginar para que se emplean.
Preciosas las imágenes y la descripción y la dueña del blog.
Feliz verano.Un abrazo Nna

Abedugu dijo...

Unjubilado – Supongo que como todo el la vida tienen su parte buena y su parte mala, en la parte buena hay que reconocer que muchos de ellos hacen una buena labor tanto a nivel de enseñanza como de protección a especies amenazadas.

Senior Citizen - :-) Creo que todos recordamos a ese entrañable Platero. A mi los burros siempre me dieron mucha pena porque casi siempre fueron muy mal tratados como animales sin ningún valor, cuando en realidad son unos animales fantásticos.

TriniReina – A decir verdad algunos de los que están en los zoológicos viven mejor que otros que dejan en libertad pero con las patas trabadas o sueltos por las carreteras que acaban muriendo, creo que el problema no está en el lugar que estén los animales, si no que compañía humana tengan.

Mayte – Bueno, pensemos que al menos están protegidos, por lo menos en algunos zoos ya que no podemos olvidar que otros no merecen ni siquiera ese nombre. Todos los zoos deberían de estar vigilados para comprobar si se trata bien a los animales.

Isa – Queda mucha labor por hacer para que los humanos respeten como se merece a los animales, como en algunos casos se saben sus dueños piensan que tienen derecho a hacer con ellos lo que les plazca y no es así, pero las leyes hacen la vista gorda y les dejan hacer.

Guille - ¿Por qué para los monos? Probitinos, no se por que me da que ellos sufren los encierros más que otros animales.
Vi en Mijas los burros-taxi y me daba mucha pena verlos cargando con algunas personas que debían de pesar una tonelada.
Feliz verano para ti también.

Senior Citizen dijo...

En Granada yo he conocido las hileras de burros que transportaban la arena para las obras desde el cauce de algún río y hasta no hace mucho se seguían utilizando en el Albaicín para las calles en donde es difícil entrar con transportes mecánicos. Lo que no se es si se sigue haciendo o han encontrado la forma de transportar los materiales por las cuestas, escaleras y estrecheces típicas de ese barrio.

Abedugu dijo...

Senior Citizen - Pues mira por donde en Granada se le podría hacer un monumento muy merecido al burro como reconocimiento a su trabajo, creo que sería justo.

clariana dijo...

¡Hola Abedugu!
Son muy simpáticos estos animales que nos presentas y como tú dices aunque el Zoo no es el mejor lugar para ellos, puede haber la compensación de que la gente aprenda un poco a respetarlos y a tratarlos mejor. Yo hace mucho tiempo que no voy, pues me entristece verlos allí, sólo iba cuando acompañaba a mis alumnos en las visitas, por cuestiones de la escuela.
Muy buenas fotos, gracias a tí y a tu amiga María. Un abrazo.

GUILLE dijo...

Pues mira por donde , en la Plaza de las Palmeras tienen una el aguador y su borriquillo.ya te contaré tengo prisa. Besos guille

Abedugu dijo...

Clariana – Como digo siempre lo mejor es que los animales pudieran estar en libertad, pero todos sabemos que ni en libertad se le deja vivir en paz, así que supongo que algunos encuentran un buen refugio en lugares como este.

Guille – Cuenta, cuenta, ya sabes que todo lo que tenga que ver con animales me interesa.

Tawaki dijo...

No me gusta ver alos animales encerrados, pero también es ciero que gracias a los zoológicos se han salvado varias especies en peliro de extinción.

Supongo que lo mejor sería poder dotar a estos centros de la infraestructura adecuada para que los animales estén a gusto.

Un abrazo.