viernes, 31 de octubre de 2008

Sencillamente, árboles

Los que me conocéis sabéis lo mucho que me gustan los árboles y sin embargo, después de más de un año que lleva abierto este blog, nunca les había dedicado un reportaje sólo a ellos. Pero como suele decirse todo llega en la vida y hoy, gracias a Trini que me cedió una buena colección de fotos, los árboles son los protagonistas.

El reportaje fotográfico tiene dos localizaciones, la primera en el Camino del Rocío y la segunda en un paseo a lo largo del Guadalquivir en Sevilla capital.

Comenzamos el camino al lado de unos hermosos pinos

que proporcionan buena sombra

que refresca el camino y lo hace más llevadero

La lluvia deja a su paso charcos que sirven para refrescar el ambiente.

Y así lucen de bellos los árboles.

Este árbol no quiso pasar desapercibido y se plantó en mitad del camino

El camino nos lleva a cruzar el Parque Nacional de Doñana.

Bajo la sombra de estos preciosos árboles descansaremos antes de irnos a Sevilla.

Y ya en Sevilla, nos reciben las esbeltas palmeras

que junto con otros árboles y plantas proporcionan sombra al paseo.

Los rayos del sol se cuelan entre el follaje

Entre árboles y arbustos, un buen rincón para descansar.

Bajo esta rama que simula un arco continuamos nuestro paseo

Entre sol y sombra el color verde nos acompaña.

El árbol levanta sus brazos para mostrarle al sol su follaje.

Las farolas apenas si pueden dejarse ver.

Bonitos rincones a la sombra de los árboles

Este árbol luce orgulloso sus frutos

La casa está arropada por las ramas que le proporcionan sombra y frescor.

Decimos adiós al paseo al lado de este árbol que nos muestra sólo la copa pues sus pies están en el Guadalquivir.

sábado, 18 de octubre de 2008

Desde Pandébano a la Vega de Urriellu II

Continuamos la excursión que empezamos la semana pasada y lo hacemos saliendo de Pandébano por la collada, en donde podemos ver las cabañas

Ese pueblín que vemos ahora es Bulnes, El Castillo.

Llegamos a Collado Vallejo

Descansaremos un poco y aprovecharemos para contemplar más flores silvestres.

Por el camino transitamos por un pedreru de grandes bloques rocosos

Antes de llegar a Urriellu admiraremos Peñamain

Por un momento dejamos el color verde para cruzar este pedreru

Y por fin llegamos a la entrada de la Vega de Urriellu

Este es el refugio cubierto por la sombra del Picu Urriellu, o Naranjo de Bulnes como muchos le conoceréis.

Y este el neverón de Urriellu

Y aquí os presento al treparriscos, este pajarín despierta la envidia de los escaladores pues mientras ellos sudan tinta para trepar por la roca, el treparriscos pasa a su lado por la pared a toda velocidad sin esfuerzo aparente .

Aquí se puede ver, aunque de lejos, a dos escaladores en plena faena.

Otras aves nos vienen a saludar, son las chovas piquigualdas

Y de nuevo las flores

En esta zona cambiamos las vacas por las ovejas que llevan su buen abrigo de lana.

Y de nuevo el Neverón

El carnero no es tan pacífico como las ovejas, tiene bastante mal genio, quizás no le gustan las visitas y nos mira un poco torvamente.

Nos acercamos al final de la excursión y nos despedimos con una flor

y con una hermosa vista del Picu o Picu Urriello, que fuera de la zona se le conoce más como Naranjo de Bulnes.