jueves, 23 de abril de 2009

El desierto

Cuando se habla de las bellezas de la naturaleza normalmente nos imaginamos lugares llenos de verdor con árboles y flores por doquier, pero la naturaleza nos ofrece también belleza en lugares en donde apenas si llueve y por lo tanto la vegetación es nula o muy escasa. Hoy vamos a comprobar esto mediante unas fotos que me fueron cedidas por una de mis sobrinas que acaba de regresar de Chile en donde visitó el desierto de Atacama.

Comenzaremos el paseo contemplando estas rocas que surgen de la arena y en las que no se ve vegetación alguna.

y grandes dunas de fina arena

que a veces se rizan con el viento

y rocas que se resquebrajan

Y a pesar de ser un lugar tan árido, algunos animales viven allí

lo vemos más de cerca

El colorido que nos muestra el paisaje es realmente hermoso.

A lo lejos podemos ver zonas blancas como si el suelo estuviera nevado

y viéndolo más de cerca sigue pareciendo nieve, pero es sal lo que lo cubre.

Alrededor de las lagunas también se acumula la sal

Sorprende que en el Salar de Atacama se puedan ver flamencos.

Y en la zona rocosa se formar cuevas cuyas paredes están cubiertas de sal.

Otra sorpresa que nos depara Chile son los géiseres de El Tatio

Y con verdadero placer podemos contemplar el majestuoso vuelo de los cóndores.

Y como despedida estos petroglifos que como no sabemos interpretar lo que dicen nos podemos imaginar que dan la bienvenida a los viajeros y los animan a volver.