El artículo de hoy es diferente a lo que suele ser habitual en esta casa porque desde aquí quiero hacer un llamamiento para que todos pongamos el mayor cuidado para que los incendios que todos los años arrasan parte de nuestros bosques se reduzcan de tal manera que ni un solo árbol desaparezca este verano pues cuando un bosque se quema no son sólo los árboles los que mueren, con ellos mueren también muchas plantas y muchos animales que tenían su residencia en ellos.
Hoy no seré yo quien os quiera convencer del respeto que se debe a los árboles, será el propio árbol el que a través de una plegaria os de las suficientes razones para que no les hagamos daño.
Plegaria del árbol
Tú que pasas y levantas
contra mi tu brazo,
que inconsciente me zarandeas,
antes de hacerme daño,
mírame bien.
Yo soy el armazón de tu cuna,
la madera de tu barca,
la tabla de tu mesa,
la puerta de tu casa,
la viga que sostiene tu techo,
la cama en que descansas.
Yo soy el mango de tu herramienta,
el bastón de tu vejez,
el mástil de tus ilusiones y esperanzas.
Yo soy el fruto que te nutre
y calma tu sed,
la sombra bienhechora que te cobija
contra los ardores del sol,
el refugio bondadoso de los pájaros,
que alegran con su canto tus horas
y que limpian tus campos de insectos.
Yo soy la hermosura del paisaje,
el encanto de tu huerta
la señal de la montaña,
el lindero del camino.
Yo soy el calor de tu hogar,
en las noches largas y frías del invierno;
el perfume que embalsama a todas horas
el aire que respiras,
el oxígeno que vivifica tu sangre,
la salud de tu cuerpo
y la alegría de tu alma;
y hasta el fin,
yo soy el ataúd
que te acompaña al seno de la tierra.
Por todo eso,
tú que me miras,
tu que me plantaste,
tú que me diste el ser y,
puedes llamarme hijo…
óyeme bien,
mírame bien…
¡Y no me hagas daño!
Anónimo
16 comentarios:
Una plegaria a la que todos deberíamos comprometernos porque los árboles nos dan vida. Besos
Ojalá oigan la voz del árbol todos los que este verano llevarán el fuego en su mano por maldad o por descuido y que todos los árboles lleguen a ser como el de la foto.
Una poesía preciosa que hace bastante tiempo la leí en unas baldosas adosadas a una pared, en una plaza de Barcelona, ahora ya no está (las baldosas, la plaza aún sigue.)
La buscaba y no había manera -la poesía- pues me gusta muchísimo por toda la descripción de utilidades que representa para los humanos el amigo árbol y la quería también para los niños. Gracias Abedugu por este "Llamamiento" tendría que estar por los jardines como antaño. Un gran beso.
Y que poco valoramos la naturaleza...es un bello llamamiento que ojala escuchemos desde el corazón...gracias por compartirlo...
Un abrazo muy, muy grande con todo mi cariño.
:)
Una plegaria muy acertada, sobre todo, para la gente descuidada que piensa que los árboles son meros objetos decorativos.
Está también el poema de Antonio Machado: “A un olmo seco”, toda una mirada a la esperanza y el futuro de una vida luchando contra las adversidades. Creo que es el poema con el mensaje más esperanzador y emotivo, para mí.
Saludos.
Precios palabras y llamamiento a la concienciación.
Un saluduuu.
Ligia – Y que lo digas, pero no se cuando aprenderemos a conservar la naturaleza, desgraciadamente creo que todavía nos falta demasiado.
Senior Citizen – Me encantaría que le hicieran caso porque así se podrían evitar tantos fuegos que acabarán por dejarnos sin un solo bosque y sin las plantas y animalinos que en ellos viven.
Clariana – Pues ahora ya la encontraste, es posible que haya varias versiones, pero a mi esta me pareció muy completa y muy bonita.
Mayte – Nada, no la valoramos nada ¡y es tan hermosa!
Javier 16 – “Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido”
Bello en verdad este poema.
Xurde A. – Bienvenido a mi casa.
Espero que el llamamiento sea atendido y los bosques este verano no ardan como en años anteriores.
Un saludín.
Un àrbol es el amigo que siempre nos cobija.
Vengo de las Pampas Argentinas
Y con mate amargo en compañía
Entrego a manos amigas
En sincera amistad.
Vengo de las Pampas Argentinas
Al compás de la vigüela
Y al son de una guitarra criolla
Dejo sentires en sus costas.
Vengo de las Pampas Argentinas
A dejar en coplas sentidas
Sentires en decires colmados
En aires puros nuevas nuevas.
Vengo de las Pampas Argentinas
Y dejo mis huellas genuinas
En sincera y emotiva amistad
Que a viva voz dice Presente!!!
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Un cariño y mi paz
Maricarmen
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Preciosa plegaria.
Por eso, a manera de homenaje a los árboles, yo voy a plasmar aquí con verdadero amor, la Plegaria de Constancio C. Vigil, dedicada a los árboles y que dice:
"Amar el árbol, es comprender la vida. La armonía y la bondad fluyen de cada una de sus hojas, mejor que de las de un libro.
El ombú, es toda la historia de la patria vieja y la palmera la del indio.
Además de filósofo, historiador y poeta, el árbol es profeta.
Contad los árboles de una nación y leeréis su porvenir. Nada grande hay que esperar de los países sin abundancia de árboles.
Felices, fuertes y triunfadores, son los pueblos que surgen en medio de árboles y gozan de la caricia de su sombra y de la terapéutica de su fruto.
¿Sabéis de donde viene, si no es de sus bosques, esta fragancia virginal de América, que con fruición aspira el mundo?
¡Ay de América, si sus bosques desaparecen! En ellos está el secreto de su vitalidad exuberante, en ellos nace el soplo soberano que nos empuja al porvenir.
Cuando juzguéis a un hombre, disminuid la pena en relación al número de árboles que plantó.
Vale más plantar árboles que estatuas, que no crecen ni alimentan, ni abrigan, ni educan como los árboles. Enseñemos a los niños algo más que la fisiología de los árboles; debemos enseñarles a amarlos, pues ellos nos colman de beneficios, desde el nacimiento hasta la muerte, cuando las fibras del árbol envuelven nuestro cuerpo y es incompleto el sueño, si el árbol no lo vela.
Induzcamos al hombre a defender y propagar el árbol.
Sea dominada el hacha, que destruye nuestros bosques, sin piedad, sin ley, sin miedo.
Que entre, que arrase y robe cuanto pueda la codicia... ¡Pero que respete, al menos nuestros bosques!..."
Perdona por la extensión.
un canto hermoso.
ojalá todos seamos conscientes y lo tengamos en cuenta.
bicos,
María del Carmen – Muchas gracias por tus palabras desde las Pampas Argentinas.
Unjubilado – Nada que perdonar, es preciosa y yo además de lo que escribe Constacio: ¡Ay de América, si sus bosques desaparecen!, añadiría ¡Ay de todo el mundo si sus bosques desaparecen!
Aldabra – Estaría muy feliz si este verano no se produjeran incendios, al menos no seguirían mermando nuestros bosques.
Me encanttan los árboles. Tienen una fuerza invisible que me llama.
Espero que ahora, con menos especulación inmobiliaria, haya tembién menos incendios provodados. Debemos tener cuidado y respear nuestro patrimonio.
Tawaki
Nahuel – Desgraciadamente no sólo son las especulaciones inmobiliarias y los descuidos, también hay gente que los quema por placer, en cualquiera de los casos es una pena. Ayer escuché que ya empezaron en Grecia supongo que no tardarán en hacerlo aquí.
Maravillosa plegaria... soy una enamorada de los árboles.. gracias por traerlo..
Un saludo de buen verano
Sabes que amo los árboles y creo que les gusto, me muestran sus tesoros no siempre visibles, sus formas espectaculares y su belleza.
Me encantó éste post, me llevo con tu permiso el poema ;-)
Necesito tiempo!"!!
Besinos
Fuga - Me parece bien que te lleves el poema y deberías de leérselo a la pequeñina para que aprenda desde ahora lo que son los árboles.
:-) Estás un poco vagoneta.
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