viernes, 3 de agosto de 2007

Nubes

Otra de las cosas bellas que nos regala la naturaleza son las nubes. Al estar tan altas no solemos reparar en ellas pero de vez en cuando no estaría de más que lo hiciéramos, eso si, quedándonos quietos pues si mientras las contemplamos seguimos caminando no sería raro que termináramos abrazados a la farola mas cercana y entonces en lugar de nubes, veríamos estrellas.

Quiero dedicar este reportaje a una buena amiga, Fusa, gran enamorada de las nubes y que dispone de un amplio archivo de fotos con este tema, espero que las mías le gusten.



A veces las nubes son sólo como una mancha muy tenue sobre el azul del cielo.



Otras veces semejan bolas de algodón.



Con frecuencia surgen de pronto en el horizonte semejando blancas montañas.



Toman curiosas formas.



O se oscurecen para anunciarnos que la lluvia está cerca.




Cuando cae la tarde, el sol juega a darles un color especial a las más altas mientras las mas cercanas a la tierra intentan avisarnos de que se avecina la noche.





Y también sucede que en ocasiones se cansan de estar cerca del cielo y deciden bajar a la tierra semejando un mar de nubes que sólo dejan ver las islas formadas por los picos de las montañas.



Pero al final regresan al cielo para romper la monotonía de su color azul.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Graciasssssssss, me encantan , ya sabes que vuvo en ellas ;-)

Otro olvido, no tengo remedio, deberías recordarme las cosas, debo formatear el disco duro, ayssssss

Besinos.

Abedugu dijo...

Fusa - No vives en las nubes pero disfrutas de la vida como si vivieras en ellas y eso es maravilloso.

¡Formatea el disco duro!