Hoy nos visitan otras dos aves de las antípodas el kea y el avefría, así iremos conociendo aves que quizás no encontraremos en nuestro país.
El kea es de la familia de los loros, ave endémica de la zona alpina de la isla sur de Nueva Zelanda. Alcanza los 46 cm. Es de color verde oliváceo, con el obispillo (parte superior de la cola) y la parte inferior de las alas de rojo brillante. Y característico es su poderoso pico. Es una de las pocas especies de loro capaz de vivir en regiones alpinas.
El kea es atrevido y ruidoso, lanza gritos y silbidos estridentes. Se alimentan de bayas y brotes y también de insectos y huevos. Por la zona tienen fama de asesinos de ovejas, pero aunque se alimenten de alguna oveja muerta o puedan matar a alguna enferma pocos casos hay de que ataquen al resto.
En lo que si se porta un tanto traviesillo el kea es en que en los aparcamientos de las estaciones de esquí donde es fácil verlos, causan destrozos en los coches arrancando con su fuerte pico las gomas de las ventanillas, los limpiaparabrisas e incluso llegan a veces a pinchar las ruedas.
Y aquí tenemos al avefría enmascarada, conocida también como chorlito enmascarado. Suelen vivir en los humedales pero no tienen problema para adaptarse a otras zonas más áridas. También se las puede encontrar en las playas y costas.
Su plumaje no es llamativo, tiene las alas y la cabeza marrón y el cuello y el resto del cuerpo blanco a excepción de una raya negra. Lo más llamativo es la máscara amarilla que luce entre el ojo y el pico.
Se alimenta de gusanos e insectos por lo que pasa la mayor parte del tiempo en el suelo dedicado a buscarlos
¡Gracias María por las fotos!