Se trata nada más y nada menos que una metamorfosis. Todo empezó el día de Noche Buena. Una oruga buscaba un sitio apropiado para iniciar la metamorfosis y sin dudarlo se subió al pantalón de Antonio. Otra persona con menos sensibilidad que él le hubiese propinado un manotazo y algún que otro improperio, pero su reacción fue la de buscar una rama que le sirviera como soporte para la construcción del capullo. Se la llevó a su casa, la puso en lugar seguro y esperó.
La oruga dio un paseo por la rama para inspeccionar que fuera la idónea.
No hay duda de que era la rama ideal, lejos del frío, de la lluvia y las inclemencias que nos está trayendo este invierno.
Empezó a encogerse tomando posición.
para terminar adoptando la forma definitiva de capullo.
y por fin llegó el día en que de ese capullo salió esta bella mariposa
Sus alas lucen unos colores discretos a la par que elegantes.
Despliega sus alas y nos mira fijamente, quizás quiere decirnos lo agradecida que le está a Antonio que colaboró en su nacimiento y que luego tuvo la delicadeza de soltarla en un jardín para que pudiera disfrutar de su corta vida.
Otras mariposas
Como me dijo una amiga mía: “los animales saben que los quieres y cuando no puedes salir a fotografiarlos, ellos acuden a tu casa”. Debe de ser cierto porque estas mariposas que os muestro a continuación así lo hicieron.