Hoy dedicaremos el reportaje al cóndor. Este animal que posado en tierra no se puede decir que sea bello, cuando se lanza a volar se vuelve majestuoso y al contemplarlo nos entra cierta envidia por no poder seguirle mientras recorre el espacio sin apenas mover las alas pudiendo contemplar paisajes como estos
Intercalaré algunos datos que creo interesantes mientras lo contemplamos en pleno vuelo.
El cóndor es el ave no marina de mayor envergadura. Su cabeza está desnuda de plumas y es relativamente pequeña, de un color rojizo, aunque puede cambiar de color dependiendo de su estado de ánimo. Los machos tienen una cresta o carúncula y pliegues en la cara y cuello que aumentan de tamaño con la edad mientras que las hembras no poseen cresta, aunque al igual que los machos tienen pliegues. Sus alas son largas y anchas y su patas, no prensiles, con uñas cortas y poco curvas, adaptadas para la marcha y para la sujeción de la carroña.
El plumaje juvenil de ambos sexos es de color marrón pasando luego, después de varias mudas, al característico plumaje negro-azabache de los adultos que tienen una banda blanca ancha en el dorso de las alas y un collar blanco no completamente cerrado al frente que protege la desnuda piel del cuello. Gracias a su denso plumaje pueden soportar temperaturas gélidas.
Es una de las aves que vuela a mayor altura utilizando las corrientes térmicas ascendentes verticales de aire cálido, pudiendo alcanzar hasta los 7000 metros, para luego planear, casi sin mover las alas, durante muchos kilómetros.
Los cóndores son básicamente monógamos, escogen una pareja y permanecen con ésta de por vida. Sólo en caso de que uno de los dos muera, el otro busca una nueva pareja.
Para anidar escogen generalmente cuevas en grandes paredes rocosas verticales, protegidas del viento y la intemperie. Las dimensiones de los nidos son altamente variables. Depositan el único huevo directamente sobre el sustrato arenoso de las cuevas en el cual han creado una depresión presionando el pecho contra el sustrato. Igualmente utilizan el pico para dar forma final a los bordes del mismo. Este comportamiento se ha observado especialmente en los machos.
Los dormideros, que son compartidos, están generalmente localizados en riscos altos y protegidos de la lluvia, el viento y de potenciales depredadores. En la mayoría de los casos, los preferidos y a veces disputados, son los que reciben más temprano los rayos solares. Teniendo en cuenta que la carroña esta distribuida al azar, los animales usan repetidamente varios sitios de descanso o pernocta dependiendo de la disponibilidad de alimento en el área llegando a concentraciones de varios individuos.
Es otra de las especies que corre peligro de extinción por la pérdida de su hábitat, por comer animales envenenados y por los cebos envenenados que les colocan los cazadores y ganaderos. Como veréis, el género humano siempre colaborando en la extinción de alguna especie. Mejor los dejamos volar en las alturas y nos despedimos de ellos contemplando su vuelo majestuoso.
¡Gracias Tawaki por estas bellísimas fotos!