domingo, 25 de mayo de 2008

Mirar al cielo

Normalmente cuando caminamos miramos más al suelo que al cielo por eso de no llevarnos a alguien por delante o dejar nuestra silueta marcada en cualquier farola. Pero si tenemos la precaución de pararnos un momento durante nuestra caminata y alzamos los ojos al cielo podremos observar su belleza, belleza además que es muy cambiante dependiendo de la hora, de la cantidad de nubes, del sol y de la luna.

Esto es lo que vi en mi paseo mañanero de hoy, mirando hacia el lado derecho el sol estaba escondido tras esa nube bordeada de amarillo y blanco y salió a tal velocidad que cuando giré la cabeza hacia el otro lado me sorprendí al ver esto

Cielo despejado totalmente azul y la luna luciendo como una blanca perla.

No es la primera vez que capté la luna en pleno día, esta la saqué hace tiempo.

También logré hacerle una foto a la luna de noche.

Quizás el día en que más me impresionó el cielo fue en el que saqué estas fotos, la pena es que no tenía forma de hacerlas en lugar despejado y me tuve que conformar con sacar lo que podía ver entre dos casas.

Más que un cielo parecía un incendio.

luego perdió los tonos amarillos quedando sólo el rojo.

Bajé corriendo al patio de atrás y esto es lo que vi.

A veces las nubes cubren todo el cielo y en esta foto curiosamente parece que esas nubes abren la boca para dejarnos ver un poco de azul.

En ocasiones puede parecer tenebroso.

El sol puede volverlo de un rojo intenso mientras él brilla con fuerza.

Algunas nubes parece que se agarren a los árboles.

Otras parece que estén fumando.

Mientras otras semejan un volcán con su fumarola.

El sol nos proporciona momentos inalvidables

Y nos despedimos del cielo con esta bella imagen de libertad.